lunes, 8 de febrero de 2021

La importancia de la calidad del agua en Acuaponía

En un sistema acuapónico, el agua, provee los macro y micro nutrientes a los vegetales de cultivo, y es el medio por el cual los peces reciben además el oxígeno y donde emiten sus excreciones que luego se depurarán, de ahí la importancia de controlar su calidad.

Los principales parámetros que definen la calidad del agua en un sistema acuapónico son:

1.      Temperatura

2. Oxígeno disuelto. Es el parámetro químico que incide en forma determinante sobre la calidad del agua, dado que, en su ausencia, los peces pueden morir en horas, así como también a bajas concentraciones, puede disminuir considerablemente el proceso de nitrificación, no llegando a completarse

3.       pH. Lo ideal es mantener los niveles de pH entre 6,8 y 7,4. Monitorear el pH regularmente es crucial, ya que un cambio repentino en los niveles de pH puede ser letal tanto para los peces como para las plantas. Si los niveles de pH en su sistema bajan demasiado, la nitrificación disminuirá o se detendrá, y el amoníaco se acumulará a un nivel que es tóxico para los peces. Un pH muy alto puede provocar un crecimiento deficiente de las plantas y un desarrollo deficiente de los frutos y las flores.

4.       Compuestos nitrogenados: aquí se incluyen el nitrógeno amoniacal total (NAT), formado por amonio no ionizado o amoníaco (NH3) y amonio ionizado (NH4+), los nitritos (NO2) y nitratos (NO3).

Cada uno de estos parámetros físicos y químicos influyen directamente en los tres componentes principales del sistema: peces, plantas y bacterias; motivo por el cual debe alcanzarse una calidad de agua compatible en lo posible, con los rangos de tolerancia específicos. Como referencia se toman los que aparecen en la siguiente tabla.

 


Compuestos nitrogenados. El ciclo del Nitrógeno

Durante la nitrificación, el NAT es paulatinamente convertido en una primera fase o etapa a nitrito (NO2) y de manera simultánea al producto final nitrato (NO3) por las bacterias nitrificantes (Figura 5). Estas bacterias, pertenecen a dos grupos genéricos denominados Nitrosomas (productoras de NO2), y Nitrobacter (productoras de NO3). Dichas bacterias son estrictamente aeróbicas, ya que el proceso, es básicamente una oxidación.



El amoníaco es extremadamente tóxico para los peces, valores menores a 1 parte por millón (ppm), o miligramo por litro (mg/l), comprometen la vida de muchas especies e incrementan el estrés en muchas otras, reduciendo el crecimiento y provocando daños en los tejidos branquiales.

Los nitritos, son un producto intermedio en el proceso de nitrificación y también son tóxicos para los peces en concentraciones relativamente bajas, dependiendo de la especie. Una incompleta nitrificación producirá nitritos en lugar de nitratos, disminuyendo el crecimiento de peces por estrés. Además, también provocará en el sistema acuapónico una carencia de nutrientes para los vegetales.

Los nitratos pueden llegar a ser tóxicos para los peces solo en concentraciones muy altas, mayores a 300-500 ppm, valores que nunca llegarán a concentrarse existiendo una apropiada densidad de vegetales en el sistema. Las bacterias son absolutamente reguladoras del equilibrio en el sistema, ya que cumplen la función vital de “desactivar” mediante esta transformación la toxicidad del amoníaco, y a su vez dejar disponible el nitrato, el nutriente principal para las plantas.

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